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Hoteles Fuentes
lunes, 18 de febrero de 2013
lunes, 28 de enero de 2013
¿qué va a realizar el blog?
Es sobre todo una pagina de comparación de hoteles y viajes que te oferta la mejor calidad/precio del mercado.
¿por qué la voy a hacer?
Porque se que el cliente quiere el mejor viaje y el mejor hotel pero en estos tiempos de crisis se que se quiere gastar el menor dinero posible así que oferto el mejor viaje al mejor precio
¿cómo lo haré?
poniendo algún link y diciéndoos buenas paginas donde buscar
¿quien?
solo yo pero me dio la idea mi padre
domingo, 20 de enero de 2013
la crisis economica
Durante los años 80 y 90 el mercado de hipotecas
estadounidense se vio espoleado, porque consecutivamente hubo tres gobiernos
neoliberales que elevaron los límites de los préstamos que podían solicitarse y
redujeron los requisitos para hacerlo. Desde que Reagan subió al poder, la
Administración americana alentó la desregulación de la industria de servicios
financieros. Probablemente la propuesta más relevante en este aspecto fue la
liquidación de la Ley Glass-Steagall, firmada por el presidente Roosevelt en
1933 para impedir que los bancos comerciales intervinieran en la actividad
inversora de Wall Street. Después de todo, la crisis del 1929 y la Gran
Depresión que vino tras ella habían demostrado de manera palpable el peligro
que entrañaba permitir que las sociedades de ahorro y préstamo se involucraran
en el frenesí especulativo de Wall Street, sin terminar en la bancarrota, como
muchas entidades de entonces, y sin que los clientes perdieran sus activos.
En la primavera de 1987 el Tribunal de la Reserva Federal
votó a favor de que se relajaran algunas de las regulaciones contenidas en la
Glass-Steagall, argumentando que desde los oscuros días de la Gran Depresión ya
se habían instaurado tres controles muy serios sobre la especulación
corporativa, los cuales eran más que suficientes para garantizar que no se
produciría otra crisis económica a gran escala.
1) La comisión de Valores y Cambio;
2) el alto nivel de sofisticación de la mayoría de las
inversiones;
3) las agencias independientes de Asesoría Crediticia, como
Moody's Investors Services, que hacían llegar información fiable a los
inversores.
A principios de los 90 los grandes bancos comerciales, como
J.P.Morgan, Citicorp o Chase Manhattan, tenían autorización de la Reserva
Federal para suscribir títulos de valores. En 1996, el Alto Tribunal de la
Reserva, bajo presidencia de Alan Greenspan, dio instrucciones para que las
compañías bancarias pudieran poseer como afiliados bancos de inversión que
tuvieran hasta el 25% de sus negocios en acciones. En 1999 el Congreso votó a
favor de que se anulara la Ley Glass-Steagall; el presidente Clinton firmó las
órdenes por las que se eliminaban las restricciones que impedían a los bancos
comerciales poseer bancos de inversión.
Esta serie de desregulaciones neoliberales trajo consigo una
oleada de fusiones que derivaron en inmensos conglomerados de servicios
financieros, que deseaban con avidez iniciar actividades bursátiles en áreas
que no tenían necesariamente que ver con su negocio. Los derivados, los futuros
financieros, las permutas de moras crediticias y otros instrumentos
relacionados .
Protegidos por la política monetarista del presidente
Greenspan, que mantenía bajas tasas de interés y alentaba el crédito, los
bancos de inversión ampliaron sus mercados de capital comprando arriesgados
créditos subprime a los agentes hipotecarios, que ante el señuelo de las
comisiones estaban aceptando hipotecas inmobiliarias con una entrada reducida o
nula y sin verificación del crédito. Estos productos, cada vez más extendidos
en Estados Unidos, eran hipotecas de interés variable, sometidas a las
fluctuaciones de las tasas de interés a corto plazo. Los bancos de inversión no
dejaron escapar estos préstamos de alto riesgo, sabiendo que podían revender
dichos activos -con sus correspondiente riesgo- incluyéndolos en paquetes de
valores compuestos que ya no estaban sometidos a regulación gubernamental. De
hecho, uno de los más complejos instrumentos financieros innovadores, las llamadas
"obligaciones de deuda colateralizadas", solían ocultar los préstamos
conflictivos escondiéndolos entre activos de menor riesgo para revendérselos a
inversores inexpertos.
Pero si la garantía era tan baja, ¿por qué seguían
invirtiendo las personas y las instituciones en estos valores respaldados por
hipotecas? Podemos pensar en tres razones fundamentales. Primero, como se ha
dicho, los esotéricos paquetes de valores solían ocultar el nivel de riesgo
implicado y los inversores no comprendían la complejidad de los nuevos fondos
de inversión. Segundo, los inversores confiaban en la excelente reputación de
unos gigantes financieros de la talla del Bank of America o Citicorp. Tercero,
se creían el contenido de los informes de calificación positiva que emitían
Standard and Poor's o Moody's, sin darse cuenta de que estas empresas estaban
también involucradas en la creciente burbuja especulativa. Para maximizar sus
beneficios estos gigantes de la calificación bancaria tenían un interés
bastardo en que crecieran los mercados de valores y por eso pintaban los
intereses inherentes con un tono exageradamente optimista.
Los altos rendimientos que se obtenían de estos nuevos
fondos de valores atrajeron cada vez más a inversores de todo el mundo. Pronto
se llegó a manejar un billón de dólares en lo que dieron en llamarse
"activos tóxicos". A mediados de 2007, la apisonadora financiera se
quedó sin fuelle, en el momento en que el precio de las propiedades americanas,
muy sobrevaloradas, empezó a caer, y las ejecuciones de hipotécas se
dispararon. Los inversores se dieron cuenta de los graves riesgos que escondía
el mercado de valores y retiraron su confianza. En consecuencia, el valor de
los fondos de hipotecas se desmoronó y los bancos intentaron desesperadamente, aunque
en vano, eliminar de alguna manera las deudas que aparecían en sus balances.
que se derrumben". Pero los generosos paquetes de
rescate lo único que consiguieron fue permitir que los fuertes conglomerados
financieros gastaran aun más dinero, sin tener que declararse en bancarrota. El
coste que han pagado los contribuyentes de todo el mundo es verdaderamente
abrumador: las generaciones futuras tendrán que reponer los billones de dólares
que se han utilizado para financiar estos programas de rescate.
Con todo, una de las principales consecuencias del fracasado
sistema económico fue que al intentar reconstruir su capital base, los bancos
apenas podían seguir concediendo altas sumas de dinero en préstamos. El flujo
crediticio quedó reducido a un suave goteo y las empresas e individuos que
confiaban en estos préstamos encontraron mucha dificultad para obtenerlos. Esta
reducción de crédito afectó a la rentabilidad de muchos negocios, que se vieron
forzados a reducir la producción y a despedir trabajadores. La tasa de
desempleo se disparó, al tiempo que los mercados mundiales de valores caían
estrepitosamente .
viernes, 7 de diciembre de 2012
dedicacion
Este blog estara dedicado a buscar los mejores hoteles al mejor precio posible. Si a usted le gusta viajar (a buen precio) no dude en buscar la mejor oferta de hotel en este blog .
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